El trabajo nos hace pobres, es una de las formas de privación de las capacidades de la persona. Descubrir las capacidades en uno mismo, hace brillar la mirada, alimenta el corazón y el alma. Lo veo en muchas de las sesiones que vivo junto con personas que están en momentos de cambio y transformación por diversos motivos, personales, laborales, de salud, sociales, etc. Hoy mismo recibo un correo de una personas que en estos días al acabar ya su experiencia narraba cómo sentía una sensación muy especial, como si tuviese...