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Esta semana una amiga de Argentina me escribió para compartir acerca de lo que está sintiendo en los artículos que voy escribiendo desde inicio de 2024: “Todo esto que voy descubriendo me alucina! Cuánto has caminado, recorrido y crecido! Tu obra ya es un legado para la humanidad!”. Este tipo de comentarios es lo que impulsa la acción de acabar el libro en el que estoy inmerso, que se llama ES posible y que si el flow está de acuerdo podrás leer este año.
Donde estoy narrando experiencias de todo tipo que han sucedido en estos 8 años de compromiso, que se ha ido haciendo como una buena comida a fuego lento. De hecho recuerdo que en una conversación con un monje de Montserrat, le comentaba que las personas se sorprendían cuando les decía que habíamos tardado 8 años en crear la película documental de Un Latido. A lo que él me decía: “no les mientas”. Y cuando el monje veía mi cara de sorpresa por su contestación, matizaba: “no les mientas, han sido necesarios todos los años de vida que llevas para que ahora esta obra exista tal como es”.
Esto nos ayuda a recordar que es desde una acción sostenida, una acción tranquila. En la calma y con el coraje de dar pasos. Cada día con rumbo para que el corazón vibre, con gratitud del sentido que va tomando la forma en la materia. Materializar, que la materia tome las alas de tu corazón (materia-alizar). Cada vez más personas toman conciencia de sus alas en la Tierra. Sembrando semillas con sus acciones. Es una maravilla la diversidad de la forma en su acción, calmada, tranquila y a la vez continuada, es lo que genera la transformación.
“No preguntes qué necesita el mundo. Pregunta qué te hace recobrar vida y hazlo. Porque lo que el mundo necesita es gente que haya cobrado vida.” - Howard Thurman
Cada vez más personas sienten que ser una vida en la Tierra conlleva otro sentido que el muy repetido “tener que ganarse la vida”. ¿A qué tipo de vida se refiere esta recomendación?. Habla de ganarse la vida trabajando, sinónimo de esclavitud. Trabajo palabra que tiene un origen como todas las cosas, su origen es tripalium, un castigo que se imponía para influir en tu vida. Influenciar para que te adaptes a una forma de comportamiento que no está relacionada con la Vida en la Tierra de forma orgánica y en armonía. Influir para que aceptes que la vida va de luchar y ganar a otros.
El tiempo va muy rápido, en breve sonará de lo más anticuado y caduco por ejemplo ser un influencer o youtuber, algo que se muestra como muy innovador aunque es tan conocido como ser un agente comercial. Algunos de ellos sostenidos a base de tratamientos psicológicos que ellos mismos confiesan para sostener ese trabajo. También sucede con algunas personas que se dedican al llamado Entretenimiento, como deportistas, actores, cantantes, etc también han sido valientes para alzar la voz y compartir las consecuencias que supone tripalium. En los siglos venideros mirarán hacia estos tiempos conversando de cómo era posible que algunas personas vivieran así, tal como a nosotros nos sucede como cuando miramos hacia atrás con algunos comportamientos del pasado.
Hoy mismo leí en la prensa que varios químicos, abogados, ingenieros de prestigio habían renunciado a sus trabajos para comenzar una labor creando con una actividad que fuera más acorde a los susurros de sus corazones. Es una maravilla la diversidad en la Tierra, la maravillosa posibilidad de ser armonía llevando a cabo acciones o tareas que te producen placer en sí mismas. Donde la acción no conlleva enfermar por la sensación de sufrir al llevar a cabo la labor que sea que creas que te toque. La clave reside en la calma, el corazón se expresa de forma clara cuando está en calma, cuando está tranquilo, como bien nos lo recuerda la doctora Elena Barraquer en la película documental.
Elegir que aquello a lo que me estoy dedicando me deja el corazón tranquilo. Con la pasión y el esfuerzo que conlleva, con los días donde hay más alegría a la vez que momentos de conflicto. Si aún así con el conflicto, tu corazón está tranquilo es la senda de la que ocuparse en estos tiempos donde se está regenerando todo. Ocuparte de mantener esa senda del "vivir bien”, vivir con un corazón tranquilo, una buena vida que facilita los susurros de tu corazón para que sean el timón de la travesía de tu vida en la Tierra.
En lugar de los gritos de nuestros tiempos, los gritos internos que apagan la preciosa experiencia de escuchar el alma a través del corazón. Corazón que no tiene interés en ganarse la vida, sino que trae el compromiso de una acción consciente que aporte fuerza a una voluntad como ser humano, la de recorrer un camino preciso desvelando los tesoros de ser suficiente y corriente, como el caudal de la fuente original, la fuente eterna que riega el Universo.
Las emociones del ser humano guiadas por un corazón tranquilo que sabe su rumbo, que siente una claridad interna. Y que aunque en ocasiones es difícil de racionalizar, ES posible vivirlo. ES lo que la mayoria de personas con las que he tratado comparten que descubren al
vivir una de las experiencias conmigo, sentir una calma renovada para seguir con la acción, materializar lo que sueñan vivir.
Vivir con claridad en la acción acorde a los susurros de tu corazón. Se generan en estos momentos de transformación global con la incertidumbre, angustia, distopía, esos susurros salen de tu corazón. Iguales a los rayos de luz que se ven en en el horizonte, mientras se atraviesa una tormenta navegando en el mar (la que estamos atravesando en estos tiempos). Tus rayos son los que quieren irradiar desde tu corazón al mundo, con tu acción tranquila, atravesando la distopía actual.