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Precioso día donde estar disponible para salir de la rutina que nos encierra. Aunque acabo de ver un cartel en una tienda que invita a regresar a la rutina como argumento de consumo. Una maravilla salir del bucle para poder encontrarse con las relaciones naturales de lo que sea necesario para el contraste de unir la dualidad, "seguir al conejo blanco".
Prestar atención al tipo de rutina que robotiza el trabajo, el hogar, las relaciones e incluso a nosotros. Dar un paso a la Vida en su estado natural, el de la vida cotidiana con una mirada de aprecio sincero. ¿Qué nos sucede? que no podemos ver todo lo que nos rodea así como si nos resulta sencillo hacerlo en medio de la naturaleza. Es una de las expresiones que las personas comentan, cuando salimos a la experiencia del Flow Walking, sea la ciudad que sea.
Salir solo un día de esa rutina, conlleva como consecuencia un bienestar tremendo que no se puede medir, aunque sí vivir. Dos cosas preguntan las personas desde hace años al inicio cuando nos conocemos en persona: ¿como puedes vivir sin teléfono? ¿que haces para ganar dinero, cómo te ganas la vida ahora?. Al contestar, cuando la persona comienza a sentir una mirada de aprecio por la vida, comienzan otras preguntas: ¿como se vive priorizando estar en calma? ¿ES posible cambiar a una vida con sentido?.
Hay tantos motivos para sentir la Gracia de estar aquí, en este momento, estés donde estés, ayuda recordar aquella frase de la película: “ama como si nunca te hubieran herido”. La entregó con generosidad y espontaneidad Inma Nogués. Las frases y narraciones se sienten con claridad/verdad cuando alguien que las ofrece, las ha vivido. Es la diferencia entre la narración, las historias de toda la Vida y el storytelling de nuestros tiempos que tiene como intención crear comunidad de consumo. Hoy se habla de comunidades como nunca, a la vez como en todos los tiempos conocidos hay intenciones de todo tipo al crear una comunidad.
¿Cuál es tu intención? una pregunta que aporta claridad a las acciones que llevamos a cabo, es un detonante de la consciencia. Detiene la inercia con la que estés viviendo algunas situaciones hasta el momento en que “te encuentras”, nunca mejor dicho. Es una preciosa y preciada práctica la de la verdad, la de hacerse esta pregunta con cada una de las experiencias, pensamiento y acciones que lleves a cabo. ¿Cuál es la intención? y sea la que sea, escribir a mano en algún lugar. Que te permita leerla sin juzgar tu intención en ese momento, solo la práctica de mirarla, aceptarla al leerla.
Escribir a mano ya es hoy, una rareza. De hecho cuando lo hago en alguna cafetería, lo normal es que alguien acabe mirando de “una manera peculiar”, sobre todo si es adolescente. Y leer se está convirtiendo en una experiencia casi imposible debido a la cantidad de cosas (volumen) y la prisa con la que las hacemos (velocidad).
De hecho en los últimos informes relacionados con la educación se ha descubierto que comienza a aparecer una situación novedosa, las personas no pueden comprender lo que leen. Eso se suma al auge de la llamada inteligencia artificial generativa y la computación cuántica, ahora produce sonido e imagen con una velocidad y volumen imposible para un ser humano. Con una intención, fabricar entretenimiento, demandado por las personas que suelen decir: “es para desconectar.”.
Todo nos acerca a unos tiempos emocionantes, donde aprender a discernir entre las historias, que han existido a lo largo de la existencia del ser humano, y el entretenimiento que nos produce una sensación que la mayoría de personas con las que trato llaman: “les deja vacíos”. Por eso la acción de las palabras que aparecen en Un Latido siguen más vivas que nunca, después de tantos años desde el estreno. Creando una comunidad que no tiene que hacerse de nada. Unida por los latidos de la Vida en la Tierra desde la diversidad, uno de los tesoros preciosos, una comunidad (humanidad) que está despertando del miedo caduco que le ha estado llevando a sumarse allí donde hay una larga cola de personas, sin sentir cual es la intención de hacer cola.
Esto me recuerda la conversación que mantuve con María Apaza, la primera mujer Alto Misayoc que pertenece a los Q’uero, pueblo de la cosmovisión Inca. Una de las personas más amorosas y a la vez con más fuerza natural con las que he compartido la presencia. Decía que las personas en estos tiempos corren y corren, como los animales, corriendo como animales sin saber a dónde, ni para qué.
ES posible que estemos aceptando la vida cotidiana como sinónimo de:
¿vivir en una urgencia continuada?.
La buena noticia es que cada vez más personas están tomando decisiones, ya no sienten seguir corriendo, de hecho una de las situaciones más peculiares en nuestros tiempos es lo que se dado en llamar: "La Gran Renuncia".
Te animo a que tires del hilo.