Líneas
julio 3, 2024Instantes
julio 5, 2024Victoria
Conflictos, enfrentamientos y guerras, en estos tiempos son toda una tendencia. Sea entre países, corporaciones, religiones, familias o en ti mismo, donde también se da la experiencia y sus consecuencias. Aunque siempre llega un momento de rendirse, el flow te hará llegar la invitación, las veces que sean necesarias.
En algunos modelos sociales se promueven valores, referencias a seguir como la lucha, competición, logro que venimos a llamar, meritocracia. Buscar reconocimientos como estilo de vida a través de títulos, antes aristocráticos, ahora universitarios o cargos empresarios, trofeos, medallas o incluso puede ser el nombre de una calle del lugar donde has nacido. En muchos casos caminos de referencia impulsados por guerras interiores.
Si estás en guerra, nada de eso te va a bastar para que la guerra finalice, nada de eso va a calmar la guerra que se está dando en tí. ES posible que encuentres a otros seres humanos que están librando sus batallas, parecido a cuando Krishna conversa con Arjuna en un pasaje de la Bhagavad Gita, en el que Arjuna es invitado a ir a la guerra.
Cuando encuentres a otros en sus batallas, recuerda que es una posibilidad colaborar con ellos en lugar de reaccionar. La creatividad, nutre la paz y la calma, y viceversa. Lugar desde donde tomar la inspiración, las reflexiones en tiempos de guerra, como los de ahora, tiempos donde tomar consciencia del sentido de la batalla y cuál es el rumbo de su resolución.
Las batallas o conflictos que se originan en nosotros en ocasiones no tienen que ver con esta existencia que llevas, incluso pueden ser heredadas. La mayoría son inconscientes, se dice en la mirada sistémica, que todo lo que se hace es por amor, claro el amor que has conocido hasta ese instante.
Lo hacemos de manera reactiva, hasta que tomamos consciencia, sin darnos cuenta en el momento. Solo con el paso de un poco de tiempo, ves el origen de la guerra con la que colaborabas, el conflicto del que formabas parte o de la lucha a la que entregabas el corazón sin saber las consecuencias de esa entrega.
Las tradiciones dicen que las luchas, las guerras, los conflictos solo se resuelven de una manera, sea en el momento que sea que llegue, la generación que sea la que lo haga, así como la sanación de las personas. Todo lo que aparece en presencia del amor, aparece para ser sanado.
Estamos en unos tiempos donde la polarización, miedos, tensiones, angustias y retos son tremendos, como si los modelos de la sociedad estuviesen en un punto, que sin darse cuenta, están al revés de su origen, como se suele llamar: un mundo al revés, aportando un caos y desorientación que además, parece asombrosamente necesario.
Aún así hay manera, ES posible vivir y darse cuenta de la inmensidad del flow en este paraíso. Despertar a un nuevo día con la Victoria del Amor en el corazón, para una nueva vida, en la nueva Tierra. Aunque suene un poco a sentencia, siempre ha sido, ES y será así, por lo que dejar de luchar, es un planazo.
Hoy he depertado en el norte de Mallorca, en un lugar con huellas templarias, con el corazón lleno de gracia por la belleza que han apreciado mis ojos nada más abrirse, ahora te escribo desde el barrio de Gracia en Barcelona, donde voy a compartir parte de esa gracia en la librería Te Quiero que lidera Jesús, donde vamos a publicar el libro ES posible, para que puedas leerlo este solsticio de invierno.
Hoy la victora es recordar una frase que se escucha en la película documental Un Latido: "nunca pude imaginar que la vida fuera tan preciosa y maravillosa, como ahora puedo verla".
En algunos modelos sociales se promueven valores, referencias a seguir como la lucha, competición, logro que venimos a llamar, meritocracia. Buscar reconocimientos como estilo de vida a través de títulos, antes aristocráticos, ahora universitarios o cargos empresarios, trofeos, medallas o incluso puede ser el nombre de una calle del lugar donde has nacido. En muchos casos caminos de referencia impulsados por guerras interiores.
Si estás en guerra, nada de eso te va a bastar para que la guerra finalice, nada de eso va a calmar la guerra que se está dando en tí. ES posible que encuentres a otros seres humanos que están librando sus batallas, parecido a cuando Krishna conversa con Arjuna en un pasaje de la Bhagavad Gita, en el que Arjuna es invitado a ir a la guerra.
Cuando encuentres a otros en sus batallas, recuerda que es una posibilidad colaborar con ellos en lugar de reaccionar. La creatividad, nutre la paz y la calma, y viceversa. Lugar desde donde tomar la inspiración, las reflexiones en tiempos de guerra, como los de ahora, tiempos donde tomar consciencia del sentido de la batalla y cuál es el rumbo de su resolución.
Las batallas o conflictos que se originan en nosotros en ocasiones no tienen que ver con esta existencia que llevas, incluso pueden ser heredadas. La mayoría son inconscientes, se dice en la mirada sistémica, que todo lo que se hace es por amor, claro el amor que has conocido hasta ese instante.
Lo hacemos de manera reactiva, hasta que tomamos consciencia, sin darnos cuenta en el momento. Solo con el paso de un poco de tiempo, ves el origen de la guerra con la que colaborabas, el conflicto del que formabas parte o de la lucha a la que entregabas el corazón sin saber las consecuencias de esa entrega.
Las tradiciones dicen que las luchas, las guerras, los conflictos solo se resuelven de una manera, sea en el momento que sea que llegue, la generación que sea la que lo haga, así como la sanación de las personas. Todo lo que aparece en presencia del amor, aparece para ser sanado.
Estamos en unos tiempos donde la polarización, miedos, tensiones, angustias y retos son tremendos, como si los modelos de la sociedad estuviesen en un punto, que sin darse cuenta, están al revés de su origen, como se suele llamar: un mundo al revés, aportando un caos y desorientación que además, parece asombrosamente necesario.
Aún así hay manera, ES posible vivir y darse cuenta de la inmensidad del flow en este paraíso. Despertar a un nuevo día con la Victoria del Amor en el corazón, para una nueva vida, en la nueva Tierra. Aunque suene un poco a sentencia, siempre ha sido, ES y será así, por lo que dejar de luchar, es un planazo.
Hoy he depertado en el norte de Mallorca, en un lugar con huellas templarias, con el corazón lleno de gracia por la belleza que han apreciado mis ojos nada más abrirse, ahora te escribo desde el barrio de Gracia en Barcelona, donde voy a compartir parte de esa gracia en la librería Te Quiero que lidera Jesús, donde vamos a publicar el libro ES posible, para que puedas leerlo este solsticio de invierno.
Hoy la victora es recordar una frase que se escucha en la película documental Un Latido: "nunca pude imaginar que la vida fuera tan preciosa y maravillosa, como ahora puedo verla".