Hoy a la mañana desde la cafetería Esment de Palmanova conversaba con un genio, un amigo de alma, que además de ser buena gente, es médico, uno de esos médicos de corazón que el flow va sembrando de vez en cuando sobre la Tierra.
Su corazón reside en Colombia, él hoy preguntaba sobre qué tema hablar dentro de un encuentro online que estaba pensando y en la misma conversación ha aparecido una palabra mágica: lo simple. Esté será el tema del que me voy a abrir a conversar con el genio Jorge Gómez Calle, si no has escuchado sobre él, te animo a ello.
Simple, un tema que despertó la curiosidad de mi corazón al detenerse la vida en que estaba sin consciencia, una vida reactiva y complicada. Lo simple, desde ese momento de seguir al flow, ha llamado mi atención durante años de forma continuada, en ello sigo.
Explorar la posibilidad de una vida simple y gozosa. Por ahora, está siendo toda una sorpresa, ya que mientras más simple he podido vivir, en todas las áreas de la vida, esas mismas áreas se vuelven más llenas de vida que nunca, más llenas de lo que llamamos la vida eterna y natural.
Entiendo menos aún porque lo simple tiene tan mala prensa, comenzando por lo que yo mismo pensaba antes acerca de esto. Nadie en los modelos sociales, habla sobre una forma simple de vida, sino que por el contrario se alaba una vida complicada, por objetivos a conseguir, con lucha y mientras más ocupado estés sinónimo de que vives mejor.
Por ejemplo, muchos adolescentes de este lugar del planeta sueñan con estudiar varias carreras universitarias a la vez, como sinónimo de que les irá bien. ¿Cómo es posible?, si eso ya se ha probado en otros territorios del planeta, donde sus vidas están cada vez peor. Acabar dos carreras a la vez, que ya con el nombre tiene su miga, carrera. Para que después les recomienden que han de hacer un par de masters como parte del plan de vida que les va a proporcionar sentido.
Los niveles de complicarse la vida están por las nubes, o mejor dicho, ahora es en la nube donde se encuentra la complicación. Se dice en nuestros días, todo está en la nube. Toda mi vida se encuentra en la nube, se suele oír en alguna conversación. Cuando escucho esto me imagino al flow sonriendo.
Nada cambia, antes me dibujaban en el cielo rodeado de nubes y ahora me buscan en la nube entre aplicaciones, diría el flow entre sonrisas. Todo cambia y nada cambia, es la preciosa paradoja de la vida en la Tierra, bueno mejor dicho en el mundo que hay puesto en la Tierra.
En breve voy a invitarte a este encuentro online que haremos junto al genio de Jorge, en cuanto tengamos fecha para conversar sobre algo que no se valora mucho en nuestros tiempos y como siempre la paradoja es que la mayoría de personas que llevan una vida compleja, suelen decir que lo que más desean es que llegue el tiempo de pasar unos días haciendo cosas sencillas rodeados de calma en la naturaleza que son las que más llenan el corazón, como por ejemplo pasear entre árboles y conversar con ellos.
¿Será esto? lo que le habrá dicho el español jefe de operaciones de la compañía Meta a un conocidísimo actor de películas de Hollywood. El mismo actor que se ha deslizado este pasado verano para caer desde el cielo en un estadio de París, en la inauguración de las olimpiadas. Ese mismo actor ha bajado de un helicóptero, este fin de semana para la reunión con el ejecutivo español, en un pueblo de 14 personas, en el Pirineo de Huesca.
Este mundo que hay ahora puesto, ES posible recorrerlo si no te lo tomas en serio, como se suele decir, sino te lo tomas a pecho. Cada una de las noticias que aparecen sobre este mundo y su complicación, que está a punto de alcanzar el premio nobel cósmico de complicarse la vida, si lo hubiera, vamos un premio por cómo habitar un planeta de la forma más complicada posible.
Cuando tantas y tantas experiencia de vida que han dejado una huella que perdura, nos recuerdan que el viaje en el que estamos inmersos es el del amor por la vida o como llama Satish Kumar en uno de sus libros: Simplicidad Elegante. Sobre todo si tenemos en cuenta que elegante es como inteligente, proviene de la palabra elegir. Pues eso elegir simple. Sigo eligiendo a la delicia de la victoria del amor.