En los encuentros que estoy creando en persona, como el de ayer en Barcelona, vamos a conversar también de los aspectos de la vida que nos separan de la experiencia que estamos tratando en la serie Vida Eterna y Natural, que ahora anhelamos que tome su forma, como en su día tomó forma la película documental Un Latido Universal.
La experiencia que sentimos abordar en la serie es si ES posible experimentar Vida Eterna y Natural durante la existencia en este viaje en la Tierra. Y cuando estoy en la ciudad hay uno de esos aspectos que nos separan que percibo con claridad. Además es lo primero que se escucha en forma de palabras cuando comenzamos a ver Un Latido: “La prisa nos está matando a todos…” nos dice María Novo como parte de su testimonio, la prisa por producir, la prisa por consumir, la prisa por vivir. ¿Vivir?.
Es una práctica preciosa hacerse preguntas sin que la pregunta sea una amenaza que te lleva a reaccionar como si estuvieses en medio de una clase cuando tenías 8 años y tu maestro, en público, esperaba la respuesta con una mirada, con prisa.
Ahora ya eres un ser humano que ha madurado y has decidido, o estás en ello si estás leyendo estas líneas, que sientes tomar el rumbo, la responsabilidad, ocuparte de tu existencia sin la reacción que te desorienta.
Ayer conversaba de esto con dos hombres, muy diferentes entre ellos, de lugares diferentes, con uno de ellos onlines y con otro en persona, con los dos hombres aparecía la palabra responsabilidad y sus caras cambiaron de la misma manera cuando escucharon que ES posible que responsabilidad es: responder a la vida con tu habilidad. En lugar de algo impuesto, que genera reacción y prisa viviendo como un pollo sin cabeza.
Otra experiencia que nos desorienta es el prejuicio, de hecho conlleva dos claves en la misma palabra, juzgar y adelantarse. Ayer por la tarde, en el encuentro de la Librería una de las consecuencias fue una propuesta, observarnos en la vida cotidiana para darnos cuenta cómo juzgamos con anterioridad las situaciones, personas, etc sin saber nada de ello. Y lo más importante no maltratarnos en esa experiencia, sino solo aceptar, primero que sucede y también cómo y en qué situaciones.
Comenzar entonces por los prejuicios que vives contigo. Se suele nombrar como la autoprofecía que se cumple. Te propongo que te unas a este compromiso, sin prisa, dejar de maltratarte cuando sientas prejuicios en tu vida cotidiana, sobre todo de ti mismo, que solo te llevan a aislarte.
Solo ese observar sin maltrato con amor y compasión con el proceso del compromiso de por vida, conlleva un efecto tremendo y poderoso. No me creas al leer estas líneas, vívelo si le resuena a tu corazón libre de prisa y lleno de amor eterno que disuelve cualquier cosa del mundo.
Es el tiempo del corazón que no es de este mundo, nos han dicho los que se han atrevido con la práctica de amar al prójimo como a uno mismo, comenzando por entregarse al Camino de la joia de viure, disolverse, desaparecer, hacerse invisible para sentir ser amado por el flow, desde donde ES posible la paradoja de estar en el nuevo compartir con otros, en este nuevo día, para una nueva vida. Ánimo.