
Apertura
abril 26, 2024
Práctica
mayo 1, 2024Nada
Hacer nada se está convirtiendo ahora en una de las situaciones más soñadas, más nombradas por las personas en general cuando piensan ahora en términos de vacaciones. La paradoja es que cuando consiguen entregarse a dar un paso para darse el permiso, lo que sucede, precisamente es que no sucede. El sentimiento de culpa aparece. ¿Cómo ES posible?.
La persona sueña, desea, necesita y quiere tiempo para “hacer nada” y cuando está en ese tiempo no se siente bien, no puede, se da cuenta que no puede apreciarlo de manera natural. La capacidad de hacer nada. ¿Estamos perdiendo esa capacidad?. Es algo común que aparece en las personas que viven la experiencia en la actividad de viajarte que propongo como una de las maneras de restaurar algunos valores como ser humano.
En este 2024 ya estamos viendo que hay propuestas por parte de marcas, entidades y empresas del sector del lujo en el turismo que comienzan a proponer como un efecto diferenciador que ellos ofrecen, no hacer nada en las vacaciones. Ofrecen viajar, estancias y lugares donde lo que se hace es nada. Que Gracia.
Las tendencias van a la velocidad del sonido, hace bien poco se proponía todo lo contrario e incluso para poder relacionarte pues mejor si has hecho de todo, viajar por el mundo, subir al Everest, tirarte en paracaídas o una larga lista de “trofeos” vacacionales.
Y ahora vaya por donde, que se ha aprendido a hacer montones de cosas, resulta que lo que se lleva es, saber hacer nada. Vamos que después de conseguir haber hecho un montón de cosas y compartirlas de forma continuada, ahora tendrás que aprender a hacer nada para restaurar el equilibrio o estar a la moda.
Todo es un ciclo, todo gira y se transforma, nada nuevo bajo el sol se dice. Claro que nos conviene hacer nada en estos tiempos aunque a la vez es muy curioso ver cómo se manifiesta la dificultad de la experiencia de reducir la velocidad, volumen, coleccionar actividades. La exageración de vivir nos lleva a la reducción de la realidad aumentada que se nos ha ofrecido y eso que la tecnología nos invita precisamente a la realidad aún más aumentada, vaya un lío.
La exageración de la polaridad como forma de vida claro que trae como consecuencia que ahora se comience a decir me voy a ir de vacaciones a un lugar en el que no se hace nada como si fuera la última novedad en tendencias superchulas. Aunque podría suceder que cuando vayas a ese lugar en el que no se hace nada, solo por ir al lugar no es sinónimo de que vaya a suceder.
Es como pensar que si vas a París te vas a enamorar o que si vas a India vas a despertar. ¿Qué historias o modas son las de estos tiempos?. Hagas lo que hagas, sea nada o sea lo que sea, hazlo por amor. Es algo que nunca pasa de moda, supera a cualquier historia o cambio de una civilización entera.
La persona sueña, desea, necesita y quiere tiempo para “hacer nada” y cuando está en ese tiempo no se siente bien, no puede, se da cuenta que no puede apreciarlo de manera natural. La capacidad de hacer nada. ¿Estamos perdiendo esa capacidad?. Es algo común que aparece en las personas que viven la experiencia en la actividad de viajarte que propongo como una de las maneras de restaurar algunos valores como ser humano.
En este 2024 ya estamos viendo que hay propuestas por parte de marcas, entidades y empresas del sector del lujo en el turismo que comienzan a proponer como un efecto diferenciador que ellos ofrecen, no hacer nada en las vacaciones. Ofrecen viajar, estancias y lugares donde lo que se hace es nada. Que Gracia.
Las tendencias van a la velocidad del sonido, hace bien poco se proponía todo lo contrario e incluso para poder relacionarte pues mejor si has hecho de todo, viajar por el mundo, subir al Everest, tirarte en paracaídas o una larga lista de “trofeos” vacacionales.
Y ahora vaya por donde, que se ha aprendido a hacer montones de cosas, resulta que lo que se lleva es, saber hacer nada. Vamos que después de conseguir haber hecho un montón de cosas y compartirlas de forma continuada, ahora tendrás que aprender a hacer nada para restaurar el equilibrio o estar a la moda.
Todo es un ciclo, todo gira y se transforma, nada nuevo bajo el sol se dice. Claro que nos conviene hacer nada en estos tiempos aunque a la vez es muy curioso ver cómo se manifiesta la dificultad de la experiencia de reducir la velocidad, volumen, coleccionar actividades. La exageración de vivir nos lleva a la reducción de la realidad aumentada que se nos ha ofrecido y eso que la tecnología nos invita precisamente a la realidad aún más aumentada, vaya un lío.
La exageración de la polaridad como forma de vida claro que trae como consecuencia que ahora se comience a decir me voy a ir de vacaciones a un lugar en el que no se hace nada como si fuera la última novedad en tendencias superchulas. Aunque podría suceder que cuando vayas a ese lugar en el que no se hace nada, solo por ir al lugar no es sinónimo de que vaya a suceder.
Es como pensar que si vas a París te vas a enamorar o que si vas a India vas a despertar. ¿Qué historias o modas son las de estos tiempos?. Hagas lo que hagas, sea nada o sea lo que sea, hazlo por amor. Es algo que nunca pasa de moda, supera a cualquier historia o cambio de una civilización entera.
