Dar la vuelta al mundo para regresar al origen, dicho así, esta frase no tiene demasiada Gracia, aunque en la lengua de los territorios catalanes se dice: “Roda el món i torna al born”, aquí ya tiene también su Gracia sonora, además de que cobre sentido.
Que maravilla cuando las experiencias se unen en la existencia, como por ejemplo el sentido y la belleza se unen, cuando el sonido y el contenido se hacen uno. El viaje por la vida conlleva eso mismo. Se afina como sonamos y el contenido que sonamos.
Los ciclos de ir al mundo y regresar al origen, que ES posible vivir. Bien sea con uno o varios viajes por los territorios de la Tierra, por los territorios internos sin salir de casa o ahora que podemos añadir los entornos de las redes digitales y en breve se podrá añadir a la lista los de la realidad aumentada o los viajes en esta galaxia o interestelares.
¿Hasta dónde se nos irá ocurriendo seguir viajando, explorando para apreciar que estamos en un precioso paraíso natural en el que sentir la dicha, allí donde estemos. Los seres humanos se han ido expandiendo por el mundo, explorando y a veces escapando de ellos mismos, por multitud de motivos.
Escapar, huir es una de las consecuencias de ese movimiento, muchos éxodos llevamos acumulados en la humanidad. Huidas, escapadas, desorientación, desconexión, consecuencia de las guerras que llevamos con nosotros allí donde vamos, la guerra, la lucha con lo que ES. Se dice que las personas religiosas son las que le teman al infierno y las que han reconectado con el espíritu son las que ya regresan de haber visitado el infierno.
Por eso te invito a que tengas en cuenta tus intenciones, ¿para que te mueves?. Y si lo que se mueve en ti es desde una guerra de la que huyes sin saberlo, como consecuencia del síndrome del desplazado, refugiado o portador de algún tipo de violencia (exageración).
La frase inicial de hoy es una forma de nombrar al equilibrio, te invita a ir al mundo, ir hacia afuera con todo lo que te rodea para luego regresar al origen de la esencia que reside en tu corazón desde que llegaste aquí.
Ahí es donde siempre reside el precioso Arco Iris, que te hace ser un viaje único e irrepetible. Un viaje lleno de contrastes y contradicciones en el que amar, agradecer, apreciar. Y así será luego descubierto por otros e incluso por el amor de tu vida, que al verte lo sabe y tú al verla, lo sabes. Maravillosas experiencias que encontramos cuando llega el momento y que se une a los ingredientes que facilitan una experiencia, Vida Eterna y Natural.