Al paladar hay que darle atención como al cuerpo y a la mente, nos recuerdan algunos avisos que promueven las actividades de consumo del placer con la comida, altamente aceptado en los modelos sociales. Como si el paladar fuera timón en nuestras vidas que hay que mantener bien nutrido. Como si el cuerpo y los placeres individuales fueran prioridad de una existencia.
A la vez como si aprender más y más conocimiento para tu mente, fuera sinónimo de una buena vida. Descubrir experiencias para el paladar, cuerpo y mente forma parte de explorar una etapa de tu vida en nuestros modelos sociales. Una etapa maravillosa al descubrir tantos placeres para el cuerpo y mente que tus ancestros ni imaginaron en sus vidas.
Cuando observas con curiosidad encuentras que de las personas que pasaron hambre en una guerra, ahora sus descendientes son grandes competidores de las cocinas, líderes de la distribución de mercados o voluntarios de un banco de alimentos. También forman parte de un club, el de la actividad de mantener una despensa a rebosar con decenas de paquetes, cajas, botes, viviendo muy cerca del supermercado, tienda de confianza, aunque ahora encima ni es necesario que estés cerca.
A esto podemos incluir que cualquier rider, si vives en una ciudad, te trae a casa lo que pidas por teléfono, desde cualquier lugar. Y en breve igual te lo trae un dron o robot que simule, que se parezca vete a saber que aspecto, que convenza más al consumidor, que es estudiado primero antes de venderle algo y de llevárselo a casa. Todo esto aceptado, naturalizado e integrado como un modelo de progreso y avance social.
Cada necesidad nos habla y cada prisa por completarla, también. La mente en nuestros tiempos es similar a una despensa, de hecho, aunque te cueste creerlo, hay personas que dicen sentir una excitación tremenda con cada nuevo dato que aprenden. Por ejemplo, hay abogados que sienten que cada nuevo caso que crea jurisprudencia amplía el festín, similar a descubrir un nuevo superalimento de moda, que incluir en la despensa, que promueva una nueva forma de salud y cuidado, para permanecer joven, no envejecer.
Acaba de darse a conocer un nuevo término para ello, la gerociencia, de la que escucharás hablar a partir de ahora. Comenzarán a llover una gran cantidad de productos, técnicas y métodos para convencerte de ralentizar el envejecimiento, sobre todo el de un grupo de personas que han dado a llamar: silver, vamos plateados. Personas que han pasado la mayor parte de sus vidas a toda pastilla, nunca mejor dicho, hasta que les han salido canas, en ocasiones con treinta años, eso si les queda pelo.
La gerociencia nos dice que se va a ocupar de desvelar el origen, los motivos del envejecimiento del cuerpo de la persona en la existencia, entre otras cosas que por ahora nos dicen. Aunque a la vez se sabe desde hace años que una de las causas de envejecer es la prisa con la que vive el ser humano en algunos lugares, así comienza la película documental con la voz de María Novo que nos dice: la prisa nos está matando a todos, prisa por hacer, prisa por aprender, por consumir, viajar, vivir.
La comunidad científica reconoce que el estrés es el factor más destructivo para el cuerpo ya que tiene un impacta en todo el sistema psiconeuroinmunoendocrino. No tiene sentido que nuestro cuerpo esté alarmado de forma permanente. Los sistemas de alerta están concebidos para sacarnos de cualquier apuro de una forma puntual; es ahí cuando sí son efectivos. Sin embargo en el momento en el que una sociedad tiene una carga de estrés se pierde la verdadera utilidad con la que nace.
Las consecuencias del estrés afectan al modo en cómo percibes el mundo, una situación que determina las hormonas que generas e influyen en tu sistema inmunológico. Si este se resiente, las enfermedades se establecerán como parte de la cotidianeidad.
Lo saben bien en las áreas del planeta que hace poco han llamado áreas azules, blue zones. Territorios donde los seres humanos de manera natural viven en ocasiones más de cien años, como sucede en la isla de Menorca aunque no esté dentro aún de la lista, de esas zonas llamadas azules.
Y después de estas líneas cerca del llamado fin de semana, hoy te invito a que ES posible tomar lo que encontramos en la existencia, con una alegría de vivir que desarrolle la capacidad de ver lo bueno en todo lo que acontece. Una actitud que produce que la delicia del néctar de tu corazón alimente tu alma en este viaje en la vida eterna y natural. ¿El espíritu o el alma de la persona, envejece o se enferma?.