El dolorcito rico es una expresión que nos dejó Esteve Humet dentro de la película documental Un Latido, una expresión que apareció dentro de la conversación en confianza que mantuvimos en el lugar donde reside en Mallorca. Él narraba cómo acompañó a su madre al hospital que tenían muy cerca de casa, iban caminando, su madre rompiendo aguas mientras decía: “ay que dolorcito más rico…”.
De ahí que Esteve hace esa invitación, desde hace muchos años, en su experiencia acompañando a personas a transformar el dolor psicológico en amor. Invita a que cuando llegue ese tipo de dolor a nuestras vidas ES posible comprender que cada dolor tiene su espacio en la vida. Sobretodo cuando el corazón lleva el timón de una existencia con más confianza en la presencia y menos reacción.
A la vez hay muchos umbrales de dolor en cada uno de nosotros, así como estados de conciencia del amor por la vida en la Tierra. El dolor cuando llega, te viene a entregar un aviso, es como una alarma que te invita a tomar acción, a despertar, sea a la hora que sea, para lo que sea esa alarma.
El dolor es similar a una alarma, es para despertar y tomar una acción. Tomar consciencia, por eso la expresión del dolorcito rico, o lo que es lo mismo: bienvenido el dolor, aceptando con confianza y apertura lo que el cuerpo nos quiere desvelar, siempre gracias al flow. Al confrontar el presente que somos, dejamos de alimentar postergar el sueño que habita en nuestro corazón.
Ayer uno de esos dolores se transformó en acción, uno de esos dolorcitos ricos vino a traer un mensaje como una paloma mensajera. Una parte de mi cuerpo estaba muerta, llegaba el momento de extraerla de mi cuerpo. Tenía relación con el clan de mi padre, los ancestros y su historia.
A la vez un bello mensaje, dejar de excluirse del clan. Al ser oveja negra que entrega su vida a través de la transformación, aunque piense y sienta diferente, me abro y confío en otros dejando que piensen lo que quieran de mi. Me ocupo de la propia existencia, siguiendo el corazón, dejando a los demás en paz.
Sí, soy uno más del clan de la humanidad en Gaia, y la transformación forma parte de honrar a toda la cadena de ancestros para restaurar el orden de la victoria del amor. Ahora pensando en esto recuerdo que con 8 años caminaba por el hospital de Sant Pau en Barcelona mientras mi padre estaba muy grave, pensaba: "lo que quiero ser es, médico del corazón" para salvar a mi padre, al clan.
Ahora después de atravesar ese dolor gracias a la delicia del amor y entretejer lo que ha traído ese mensaje afirmo: soy uno más en el amor de la creación, soy una creación a imagen del creador para facilitar equilibrio, salud, calma y armonía allí donde vaya, con quien esté.
Hace añor que sucede, que lo hago, aunque antes era inconsciente, ahora ES posible a través del medio que sea que use, es a través de la presencia que se restaura la esencia de quien me solicite que le acompañe a amar la vida, todo gracias al flow.
Es tremendo cómo heredamos comportamientos de los ancestros con un sentido, para que gracias al flow el amor se restaure en este Universo de armonía del que formamos parte, aunque a veces no lo parezca. Tomar consciencia a través de la celebración, el gozo ES posible aunque tambien a través del dolor ES posible.
Y También lo es, convertirlo en un estilo de vida, ya que en ocasiones nos apegamos a muchas cosas en el nombre del amor que hayamos conocido hasta ese instante. En nuestros modelos sociales muy orientados al hacer, a la acción material, nos preocupamos mucho de ellos para poder seguir con la acción material, el funcionamiento del cuerpo.
Por eso mismo la medicina alopática está tan valorada, como también lo está la mente productiva que se adapta y se la valora como mente privilegiada, aunque nunca he escuchado a nadie hablar de seres humanos con un corazón privilegiado, por ahora.
Por eso cuando el dolor es sutil, interno, relacionado con los valores de tu corazón o el sentir amor por la vida, la mayoría de las personas lo silencian y siguen pensando que no tendrá consecuencias. Aunque sí, las tendrá, y serán así como sea de duradero el silencio de tu dolorcito de corazón. También observa si estás transitando esquivar mirar el dolor por miedo a lo que haya detrás de ese dolor, que incluso te compensa vivir con él.
Te animo a que en plena confianza de la generosidad del flow, con curiosidad en estos tiempos que son propicios, liberes el dolorcito rico de tu corazón, es momento de la victoria del amor, ES posible. Puedes verlo en la película documental si no lo has visto y si la has visto alguna vez, este agosto es buen momento para verla de nuevo y sorprenderte encontrando algo nuevo.
De eso va lo que aparecerá en el libro en este solsticio de invierno, varias experiencias sorprendentes durante los años del proceso creativo con Un Latido hasta este presente, que incluirán también las más dolorosas, aunque con impacto de amor al desvelar grandes claves. Sabemos que compartirlo creará un gran impulso en tu corazón, junto al que ya haya podido darse cuando has visto la película documental.