Hoy te escribo desde la cima de una montaña que se encuentra en el corazón de la isla de Mallorca. Se llama Puig de Bonany, que en castellano es: Cima del Buenaño, ¿será una señal?. Está entre tres poblaciones, Petra, Vilafranca y Sant Joan.
Desde aquí arriba, aunque estoy a unos 300 metros por encima del nivel del Mar Mediterráneo, se siente una calma que nutre el corazón de una manera natural, solo estando aquí, observando el entorno como a vista de pájaro. Aquí voy a mantener un encuentro privado con una de las personas a las que acompaño a clarificar un tema importante para esa persona, a través de la fuerza de recorrer en confianza conmigo un rumbo y los capítulos del libro: El Camino del Artista.
Es lo que tiene como consecuencia observar el hogar, el territorio donde te encuentras, desde un lugar así que facilita que las cosas del mundo se hagan más pequeñas de lo que en ocasiones aparentan. Que las cosas no tomen tanta relevancia como sucede cuando estamos en medio de las cosas del mundo y la diferencia que sentimos entre nosotros como seres humanos, que vivimos en un mismo lugar, el planeta, un continente, un país, una comarca, una población, una familia o una comunidad.
A veces también causa un efecto similar, como el de subir a la cima de una montaña, sentarse en algún lugar, allí donde estés, cerrar los ojos, dejarse llevar a un estado de respiración en calma desde el diafragma, dejarse llevar hasta la cima que también existe en tu corazón, donde todo toma otro estado anímico, de alma.
Ahí se siente también una preciosidad similar a la de observar el horizonte desde la cima de una montaña, como por ejemplo como esta desde donde te escribo. Se observa la infinitud del cielo, aunque ahora mismo lleno de nubes que llevan una buena carga de agua que caerá en forma de lluvia. Bendición para este territorio donde cada año hay más sequía. El agua, todo un temazo en nuestros tiempos.
También puedo observar la Tierra y sus variados tonos, aquí sobre todo, tonos de verde y marrón que forman un gran tapiz que aloja a la flora y fauna de este territorio. Y en el tapiz se percibe una población donde se encuentra la sal de la tierra. Por cierto, te recomiendo la película del fotógrafo Sebastao Salgado, con el mismo nombre.
La sal de la Tierra como forma de llamar a un grupo de seres humanos. Parte de la fauna que en este territorio suele vivir en sus hogares. Unidos entorno a una iglesia, el ayuntamiento, tiendas de alimentos y bares. Suelen estar integrados en lo que se llama una plaza, el centro de encuentro en la población.
Una población en la que también al caminar por sus calles se siente calma. Se vive de manera tranquila mayoritariamente, incluso te puede suceder que te saluden las personas por la calle aunque no te conocen de nada o sea la primera vez que te ven. Es de esos lugares donde la sensación es que aquí, se detiene el tiempo. ES posible respirar una calma peculiar que ha desaparecido en otros lugares como poblaciones más grandes o las ciudades.
Así de entrada, similar a la sensación que ha descrito el impulsor del primer vuelo espacial comercial de la historia, donde declaraba al salir de la nave: "desde aquí la Tierra parece un mundo perfecto". Con traje extravehicular ha salido de la nave, a lo que ha llamado un paseo por el espacio para sentir paz y unidad al observar el planeta desde ese lugar.
Enhorabuena a todos, a las personas que viven en la calma de este pueblo que puedo percibir desde aquí. Es curioso ahora pienso que desde este pueblo salió sobre mediados del 1700, un ser humano a explorar el mundo y llegando a impactar en California. Ahora desde ese lugar los seres humanos salen a dar paseos por el espacio para explorar y compartir lo sienten su interior. Menuda espiral preciosa es esto de la vida eterna y natural, se parece a la espiral del juego de la Oca.
Siento gozo al esperar a esta persona hoy aquí para serle de utilidad, al dar pasos en este nuevo ciclo. También en sentir que todo está conectado y que nutre el corazón con confianza el unir los puntos, experiencias y situaciones una vez vividas. Todo está conectado, es asombroso cuando nos damos cuenta uniendo los puntos en nuestra existencia, mucho mejor que vivir separado, polarizado por la dualidad. Una maravilla ser humano y darse cuenta. ES posible unirse a la delicia.