Hoy he venido a recibir la tormenta que llaman Dana a la Sierra de la Tramontana en Mallorca. Desde estas vistas espectaculares casi se pueden tocar las nubes de la tormenta. Y este lugar al que he llegado para entrar en contacto con los elementales y para tomar fuerza para este 2024, me ha hecho pensar en compartir contigo ahora, la primera vez que sentí asombro al escribir.
Fueron unas sencillas líneas, hace ya años, también en un lugar de la Sierra de la Tramontana, unos meses antes de que comenzase por sorpresa esta experiencia creativa con la película. Ahora con el paso de los años, puedo ver, ser consciente, justo en este momento que te escribo, que ya se estaba cociendo este camino de escribir. Aunque no podía verlo en aquel instante de 2009.
Lo que sí podía sentir, era la frustración del presente en el que estaba, paradójicamente eso mismo me llevó a una experiencia de rendición y posteriormente de asombro tremendo, en el que aparecieron estas líneas:
"Desde este lugar vivo por unos segundos la inmensidad de la Tierra, la sensación clara de que formo parte de este conjunto de elementos que forman una armonía, solo desequilibrada por algunos comportamientos del ser humano en sus relaciones y sus percepciones de este equilibrio.
La belleza que se aprecia en este sitio es maravillosa, resuena dentro de mí como la imagen de la paz, la paz que todos necesitamos para desplegar el amor que llevamos dentro, esa fuerza maravillosa que puede alcanzar cualquier objetivo en la vida.
¿Por qué nos empeñamos en deshacer esta armonía?
Siento que paso a paso, conecto con esta energía de serenidad, calma y paz que hace que mi corazón pueda desplegar su fuerza, su poder para con todo, ese todo que nos une cada vez más.”
- En un lugar de la Sierra de la Tramontana de la isla de Mallorca -
La experiencia de asombro que tuve con este texto fue al volverlo a leer al cabo de varios meses. Incluso años después de escribirlo tuve una profunda sensación de que no lo había escrito yo, el yo que conocía.
¿Como podía haber escrito esa manera de apreciar el momento? ¿de dónde había salido esa forma de aprecio?. Al leerlo me dejó asombrado su simplicidad a la vez que su claridad, pude comenzar a dar cabida a muchas cosas que había encontrado por el camino.
Comprendí cuando hablan de sentir, recibir inspiración. Cuando las personas hablaban de la inspiración, de sentirse inspirados, de tener la sensación que cuando escribían no eran ellos sino que era como si algo llevase sus manos, otros dicen como si alguien te estuviese susurrando al oído. Otros como que el mismo texto es el que va tirando de uno mismo queriendo aparecer, todas expresiones de una vivencia como si fuéramos usados, como si fuéramos escritos y no tanto como que escribimos nosotros desde una idea que queremos trasladar.
Fuese lo que fuese lo que sucedió ese día, la experiencia que siento es que “ha sido escrito” por algo que no sabría describir que es. Ni siento la necesidad de saber describirlo ahora, aunque eso ha despertado algo nuevo, algo que nunca imaginé, ya que había dicho en multitud de ocasiones que yo nunca podría servir para escribir nada que no fuese un algoritmo, un proyecto sobre tecnología o algo de lo que conocía como el trabajo.
Nació sentir y tomar conciencia del placer al escribir. Un placer que recorre todo mi cuerpo cuando veo como la tinta va apareciendo impresa en el papel encadenando una letra detrás de otra formando las palabras y después las frases como si eso mismo fuera una manera de dibujar, lo que siento, en un papel en blanco.
Un placer que se acerca en ocasiones a la delicia de hacer el amor, en ocasiones siento oleadas parecidas de dicha, oleadas que me llevan a tomar aire como si nunca lo hubiese hecho, a sentir profundas corrientes de amor y bienestar que atraviesan todo mi cuerpo. Esto que lees ahora mismo ya es un trocito de lo que será el libro ES posible, una libro de aventuras a través de las letras al describir encuentros y experiencias que han sucedido, desde una sencilla práctica de escribir, no de sobrevalorar esta escritura.
Todo se ha ido deteniendo en estos años, desde ese 2009, hasta llegar a un tiempo slow life, como llaman algunos. Aunque lo que le parece a mi corazón es que es un tiempo orgánico, auténtico, es el tiempo de la vida eterna y natural. De hecho, hay muchos tipos de tiempo, como afirmaba Einstein.
Hay un tiempo que facilita tomar inspiración para entretejerlo con el tiempo de la acción diaria, esto me recuerda ahora a la comunidad de Findhorn, lugar que visité en los primeros años de este sendero de transformación. En Findhorn podía leer asombrado una frase, por varios de los lugares de la comunidad: "work, is love in action".
"La actividad es amor en acción", ¿ES posible?.