Aunque hay términos que nos provocan pensar en algo espiritual, místico o religioso, ahora pienso que la palabra que mejor le queda a esos términos es orgánico y natural. Venimos de la unidad, iniciamos un camino al separarnos hasta que volvemos al ser que nos lleva a detenernos para recordar que vamos a la unidad de nuevo. Son los ciclos en la vida eterna y natural, VEN en la Tierra. De hecho los trazos de lo que conocemos como el símbolo del corazón nos lo recuerdan.
Salen desde un punto, la unión desde la parte inferior del símbolo. Se separan hacia afuera y cuando los dos trazos se encuentran más separados entre ellos, vuelven a unirse hacia el interior del símbolo, para encontrarse en un punto de reunión, donde se abre la semilla del amor que siempre estuvo ahí, desde donde brota la vida y el flow se expande en todas las direcciones.
El símbolo es un bello mapa de los ciclos de unión, separación, exploración, regreso, reunión y creación desde la experiencia recorrida. Te animo a que lo pruebes, a que pruebes el efecto poderoso de algo tan sencillo como dibujar un corazón. Dibujar un corazón con intención, con esta consciencia de restaurar el origen es tremendo.
Comienza poniendo un punto, el de la base, desde donde puedes pensar que comienza tu viaje en la Tierra, allí donde tu recuerdo pueda llegar, no importa lo que puedas ir hacia atrás, incluso si es un momento de esta vida o de otras vidas atrás, solo déjate en paz y sitúa el punto, junto con tu pensamiento sobre el inicio de esta práctica de tu existencia.
Una vez situado, comienza a dibujar como desde ese punto se separan las dos líneas que se abren hacia los lados para comenzar a que el símbolo tome forma. Recorre a la vez con tu recuerdo como has sentido que las diversas experiencias de la vida te han ido separando de tu esencia auténtica y origenial de lo que siempre has sentido ser.
Aunque hayas hecho otras cosas, aunque hayas encarnado otros roles por los motivos que sean, ES posible que el corazón en este presente esté disponible para que así como se abren esas líneas del dibujo hacia los lados que estás creando, así también estás disponible y dispuesto a abrir el corazón para que en la vida cotidiana tus pasos tomen impulso para vivir la verdad de lo que sientes.
Y justo en el momento que lo sientas de forma sincera, iniciar el camino hacia la reunión con tu esencia origenial, en ese instante comienza a dibujar hacia el interior las dos líneas para que las líneas que se separaban dando forma a una parte del símbolo del corazón, ahora vayan desde un sentido de ir separándose a un sentido de ir uniéndose.
Mientras aceptas ese compromiso contigo, dejar la estrategia para pasar a la verdad de tu corazón, sigue con tu atención e intención las líneas del dibujo del símbolo del corazón para que vayan desde los lados hacia dentro para unirse en el punto de reunión y en ese punto donde se encuentra la semilla, detener el trazado, hecho está.
Un movimiento trazador gracias al contraste de tomar consciencia que aunque llegues a estar muy separado, lo más separado, ES posible regresar a la victoria del amor, desde donde tu vida se llena de dicha.
En lo científico se le puede llamar momento eureka, en mi caso me lo recuerda a diario escuchar una voz, suena a dicha, suena de vez en cuando en mi vida cotidiana y me deja saber que voy en esa dirección del punto de reunión.
Escucho la voz con un brillo especial, asombro, placer, gracia y alegría que dice: oh Díos, oh Dios, oh Dios. En mi caso le llamo flow de manera natural a Dios, otros por ejemplo le llaman, supraconsciencia como Sri Aurobindo. Le llames como le llames, una vez te reunes en ese punto de asombro, lo primero que piensas es: ¿como no regresé antes?.
Es todo un misterio, celebro que así sea, votaría que fuera así, un misterio por la eternidad. Por cierto, si te animas a enviarme una foto por correo electrónico del dibujo del corazón que hayas trazado, estaré encantado de verlo.