Palabra
enero 31, 2024Laberinto
febrero 3, 2024Humor
El sentido del humor en nuestros tiempos supone un acto de valor, consciencia, amor y confianza. Vivir lo que está sucediendo manteniendo el sentido del humor y la gracia. En este caso la gracia sobre lo que se está dando en estos tiempos de cierre de ciclo y apertura de otro.
Es un misterio el miedo con el que vivimos los cambios de ciclo. Por ejemplo el que mantenemos con la muerte física. Aunque podemos decir por varios testimonios humanos que nos han hablado de esto. Cuando una persona fallece, lo que siente es una profunda paz y lo que escogería para las personas que quedan en la Tierra es lo mismo. Vamos que celebraran los maravillosos momentos compartidos. De hecho hubo un tipo que caminó por este planeta hace un tiempo que dijo: "mi paz os doy, mi paz os dejo". No tanto caer en una situación de profunda penitencia, donde se apuesta por quedar atrapados en una existencia en pena, pena de existencia, penitencia, hasta también dejar el cuerpo.
Hemos de recordar que ella, MM, la que amaba de forma profunda al tipo de la paz, dijo al regresar de la experiencia de verlo de nuevo, después de que él dejara el cuerpo: "es aquí, la Vida Eterna y Natural es aquí". Entonces ¿de dónde vendrá el sufrimiento? y lo más curioso es, ¿cómo es posible? que el ser humano haya aceptado en algunos casos que el sufrimiento, sea un estilo de vida tan integrado e incluso bien visto, en algunos territorios. En lugar de tomar el dolor que llega y de una manera u otra, transformarlo gracias al flow, al amor, al humor y a todo lo que sea necesario.
El sentido del humor es una de las claves para transformar las cargas o penitencias que estés llevando en tu vida, en una experiencia que te acerca al amor de manera más consciente. Amor del de estar presente, en lugar de estar por lo que le interese a tu mente. Sobre todo si tienes en cuenta que tu mente, vive condicionada por los estímulos de un modelo social, al que llamamos la sociedad del consumo. Entonces usa el corazón para darle humor a tu mente, en lugar de consumo, en la vida cotidiana.
Ayer compartimos con una mujer a la que acompaño a través del Camino de la Artista, que a nadie se le entrega más de lo que puede cargar para su Camino. Lo decía, estando desde hace un año, en una situación muy complicada en sus relaciones personales. En esos momentos, son los que hemos de ocuparnos y más en estos momentos de tanto aislamiento, de sonreír como parte de la vida cotidiana. Transformar una crisis en una historia de amor renovado, otro estado de amar.
Todo corazón en la Tierra actúa por amor. Tú, el que has conocido hasta este instante en el que te encuentras. Lo confirman, coinciden, muchas de las tradiciones que cuentan con una cosmovisión de la existencia. Por eso en una etapa distópica como en la que vives, el sentido del humor espontáneo similar al de un niño se intenta cancelar. Disolver o prohibir la espontaneidad de la vida cotidiana con determinadas propuestas como una nueva normalidad en el nombre de la paz y la seguridad. Una invitación a ser un humano normal. Y lo peor, es que te ocupas de serlo, durante el día a día, eres tu propio vigilante, con o sin Inteligencia Artificial, es tremendo.
El sentido del humor espontáneo con la intención de un niño, que no busca dañar, ofender o intimidar a alguien. Ya que lo contrario es violencia, busca dañar. Y traerá la vuelta de esa misma intención en la forma que sea elegida por la otra parte. Conocemos que hay un llamado sentido del humor que genera dolor, intimida, a todos nos ha sucedido en algún momento, sabemos a lo que sabe, aunque se haya vestido de humor en ese momento, solo para alimentar un miedo incosciente, oculto, bien disimulado.
El sentido del humor es una experiencia relacionada con el amor de forma directa. De hecho el sentido del humor, puede ser una forma de sobrevivir en momentos extremos. Recuerdo la conversación con un hombre que pasó varios años en un campo de exterminio, en el siglo XX. Pude conocerlo en persona hace unos años, en un encuentro con pocos invitados, en una cena. Le pregunté montones de cosas acerca de su experiencia en esos años más que distópicos en ese lugar, en esa situación. Narró durante 3 horas de forma generosa, montones de barbaridades, las que pudo ver y las que le pasaron a él. Barbaridades violentas que no voy a repetir aquí, ya no es necesario.
Lo que si voy a compartir, es el asombro con el que recibí la respuesta de Jose María, cuando le pregunté qué pensaba acerca de lo que le había ayudado a sobrevivir a una situación similar, durante tanto tiempo. A lo que él respondió sin dudar: “el sentido del humor, créeme, no es por que sea un hombre alto, fuerte y de Euskadi jajaja, sino la forma en la que, día a día, podía establecer relación con el sentido del humor, es lo que sostuvo el hilo de vida hasta ser liberado.".
Y seguía Jose María: "Cuando alguno de nosotros, por la noche en el barracón, antes de dormir, ya no podía sonreír con alguna de las frases de sarcasmo o ironía, que alguien soltaba en ese momento, en el que estábamos dentro del barracón con la posibilidad de decir algo sin ser silenciados. A la persona que ya no le salía la sonrisa, al día siguiente no despertaba, estaba muerto."
Gracias a los dos años que Jose María pasó en ese lugar, junto a más los más de 40 años que le costó comenzar a hablar de esa experiencia de manera pública, ahora tú recuerdas, que el sentido del humor espontáneo, el sentido del hamor (humor/amor) es clave en tiempos donde la apariencia se complica de forma tremenda. El amor no ha sido, es o será una norma basada en el miedo, unas leyes o unas líneas de código creadas en el nombre de una falsa paz de la seguridad. Nunca ha existido la paz de la seguridad.
Ánimo ser humano, comienza por reírte con total seguridad de ti mismo, sin maltrato, sino con ternura, amabilidad, compasión y diversión bonita. Mucho mejor en estos tiempos, que ser normal. En el nombre de la "norma"lidad que se te pueda presentar, invitar e incluso ocurrir.
Es un misterio el miedo con el que vivimos los cambios de ciclo. Por ejemplo el que mantenemos con la muerte física. Aunque podemos decir por varios testimonios humanos que nos han hablado de esto. Cuando una persona fallece, lo que siente es una profunda paz y lo que escogería para las personas que quedan en la Tierra es lo mismo. Vamos que celebraran los maravillosos momentos compartidos. De hecho hubo un tipo que caminó por este planeta hace un tiempo que dijo: "mi paz os doy, mi paz os dejo". No tanto caer en una situación de profunda penitencia, donde se apuesta por quedar atrapados en una existencia en pena, pena de existencia, penitencia, hasta también dejar el cuerpo.
Hemos de recordar que ella, MM, la que amaba de forma profunda al tipo de la paz, dijo al regresar de la experiencia de verlo de nuevo, después de que él dejara el cuerpo: "es aquí, la Vida Eterna y Natural es aquí". Entonces ¿de dónde vendrá el sufrimiento? y lo más curioso es, ¿cómo es posible? que el ser humano haya aceptado en algunos casos que el sufrimiento, sea un estilo de vida tan integrado e incluso bien visto, en algunos territorios. En lugar de tomar el dolor que llega y de una manera u otra, transformarlo gracias al flow, al amor, al humor y a todo lo que sea necesario.
El sentido del humor es una de las claves para transformar las cargas o penitencias que estés llevando en tu vida, en una experiencia que te acerca al amor de manera más consciente. Amor del de estar presente, en lugar de estar por lo que le interese a tu mente. Sobre todo si tienes en cuenta que tu mente, vive condicionada por los estímulos de un modelo social, al que llamamos la sociedad del consumo. Entonces usa el corazón para darle humor a tu mente, en lugar de consumo, en la vida cotidiana.
Ayer compartimos con una mujer a la que acompaño a través del Camino de la Artista, que a nadie se le entrega más de lo que puede cargar para su Camino. Lo decía, estando desde hace un año, en una situación muy complicada en sus relaciones personales. En esos momentos, son los que hemos de ocuparnos y más en estos momentos de tanto aislamiento, de sonreír como parte de la vida cotidiana. Transformar una crisis en una historia de amor renovado, otro estado de amar.
Todo corazón en la Tierra actúa por amor. Tú, el que has conocido hasta este instante en el que te encuentras. Lo confirman, coinciden, muchas de las tradiciones que cuentan con una cosmovisión de la existencia. Por eso en una etapa distópica como en la que vives, el sentido del humor espontáneo similar al de un niño se intenta cancelar. Disolver o prohibir la espontaneidad de la vida cotidiana con determinadas propuestas como una nueva normalidad en el nombre de la paz y la seguridad. Una invitación a ser un humano normal. Y lo peor, es que te ocupas de serlo, durante el día a día, eres tu propio vigilante, con o sin Inteligencia Artificial, es tremendo.
El sentido del humor espontáneo con la intención de un niño, que no busca dañar, ofender o intimidar a alguien. Ya que lo contrario es violencia, busca dañar. Y traerá la vuelta de esa misma intención en la forma que sea elegida por la otra parte. Conocemos que hay un llamado sentido del humor que genera dolor, intimida, a todos nos ha sucedido en algún momento, sabemos a lo que sabe, aunque se haya vestido de humor en ese momento, solo para alimentar un miedo incosciente, oculto, bien disimulado.
El sentido del humor es una experiencia relacionada con el amor de forma directa. De hecho el sentido del humor, puede ser una forma de sobrevivir en momentos extremos. Recuerdo la conversación con un hombre que pasó varios años en un campo de exterminio, en el siglo XX. Pude conocerlo en persona hace unos años, en un encuentro con pocos invitados, en una cena. Le pregunté montones de cosas acerca de su experiencia en esos años más que distópicos en ese lugar, en esa situación. Narró durante 3 horas de forma generosa, montones de barbaridades, las que pudo ver y las que le pasaron a él. Barbaridades violentas que no voy a repetir aquí, ya no es necesario.
Lo que si voy a compartir, es el asombro con el que recibí la respuesta de Jose María, cuando le pregunté qué pensaba acerca de lo que le había ayudado a sobrevivir a una situación similar, durante tanto tiempo. A lo que él respondió sin dudar: “el sentido del humor, créeme, no es por que sea un hombre alto, fuerte y de Euskadi jajaja, sino la forma en la que, día a día, podía establecer relación con el sentido del humor, es lo que sostuvo el hilo de vida hasta ser liberado.".
Y seguía Jose María: "Cuando alguno de nosotros, por la noche en el barracón, antes de dormir, ya no podía sonreír con alguna de las frases de sarcasmo o ironía, que alguien soltaba en ese momento, en el que estábamos dentro del barracón con la posibilidad de decir algo sin ser silenciados. A la persona que ya no le salía la sonrisa, al día siguiente no despertaba, estaba muerto."
Gracias a los dos años que Jose María pasó en ese lugar, junto a más los más de 40 años que le costó comenzar a hablar de esa experiencia de manera pública, ahora tú recuerdas, que el sentido del humor espontáneo, el sentido del hamor (humor/amor) es clave en tiempos donde la apariencia se complica de forma tremenda. El amor no ha sido, es o será una norma basada en el miedo, unas leyes o unas líneas de código creadas en el nombre de una falsa paz de la seguridad. Nunca ha existido la paz de la seguridad.
Ánimo ser humano, comienza por reírte con total seguridad de ti mismo, sin maltrato, sino con ternura, amabilidad, compasión y diversión bonita. Mucho mejor en estos tiempos, que ser normal. En el nombre de la "norma"lidad que se te pueda presentar, invitar e incluso ocurrir.