
Armarse
enero 27, 2025Flow
Hace unos días leí la opinión de un creativo de Roma acerca del uso de la Inteligencia Artificial generativa: “Si dejamos que la tecnología se ocupe de la actividad, todo se verá igual en el mundo”.
Al leerlo me llevó a pensar en las sociedades que imponen normas a los seres humanos, ahogando la inspiración natural. Normas que conocemos bien y que sabemos de sus consecuencias, sobre todo, las que se han ido dando en el siglo pasado, en el siglo XX.
Modelos sociales cada vez más grandes en volumen con normas engorrosas de cambiar, mover o adaptar a los nuevos tiempos están dejando consecuencias en el ser humano como la desorientación.
La reactividad inconsciente se crece y genera la violencia actual, desde un miedo desde el que reaccionan las generaciones que han estado en el siglo XX. Y las que llegan que no han estado en contacto con esa violencia y sus consecuencias.
No han estado en contacto con el siglo pasado, aunque repiten un miedo que se aprovecha, para la imposición de las bases de algunas sociedades, todo ello para vivir una existencia en la vida eterna y natural. ¿Qué nos está pasando una y otra vez?.
Mientras tanto aparecen propuestas que no aceptan que la vida sea un debate entre lo que es malo y lo que es bueno. Es una maravilla encontrar propuestas como la de la película Flow. Hoy he leído una entrevista escrita a su director que sigue asombrado por el Globo de Oro que le han concedido y la nominación al Oscar que le han comunicado hace pocos días.
Ayer tocó ir al cine, que nutritivo es entregarse a una cita con el artista cada semana, como mínimo, así como propone Julia Cameron en el libro con el que acompaño a personas a vivir una experiencia similar a la del gato de la película Flow.
Una película donde se muestra el impulso del amor por la vida y como seguir a ese impulso es cosa de valientes. Forma parte natural de la existencia, diferente de la normalidad que se va imponiendo de forma cada vez más sutil en el comportamiento de ser humano, es tremendo lo que va causando eso que se ha dado en llamar normalidad..
Aunque como siempre, se ponga como se ponga de tremenda e incluso absurda la normalidad, aparece justo ahora esta película. Su director comparte que la propuesta es que no aparezcan ni buenos ni malos en la película.
Solo situaciones que suceden entre los personajes, que no cree necesario crear un antagonista, tipo villano o el malo de la película para recrear un viaje que invita a conectar con lo sencillo y auténtico.
Es cierto que Flow es distinta, aunque el protagonista de la historia recorre un camino que le va haciendo cada vez más valiente, similar al del camino del héroe. Ha apostado por lo esencial y no por las apariencias que la tecnología puede ofrecer hoy en día.
Por lo que hoy te invito a que saques jugo a estos tiempos tan facilitadores de poner el rumbo de tu existencia desde lo esencial en tu corazón.
Allí donde reside el valor de estar bien vivo, desde donde ES posible resonar con la vibración de la gracia, el entusiasmo, la esperanza y la alegría a lo que la vida responderá sin duda ofreciendo lo necesario para una senda que te va dejando reconocer, recordar la maravilla de vivir en la Tierra en un estado de dicha.
No es lo mismo lo que se nos está ofreciendo a través de la Inteligencia Artificial aunque se reviste de algo muy innovador. Se dá la paradoja, una vez más, que nos ofrecen algo que se basa en lo que se ha creado antes, solo que más rápido.
¿Para que le serviría a la humanidad que una flor se abriese más rápido?.
Y acabo con la opinión de un corazón valiente, Noam Chomsky. Se atreve en el territorio en el que se encuentra, ese desde el que suelen salir las últimas propuestas de cosas nuevas, que están al servicio solo de las que las proponen y desde donde se han tramado los mayores engaños del siglo XX.
Noam, gobierne quien gobierne nombra a las cosas por su nombre y en el caso de como se está tratando la Inteligencia Artificial dice: “Se trata del mayor robo de propiedad intelectual que se registra desde que los colonos europeos llegaron a tierras nativas americanas”. De nuevo no es en el medio donde está la explotación de la vida, sino en las manos de algunos seres humanos que lo usan.
Y tu valiente ¿a que quieres entregar la existencia de tu corazón? el gato de Flow, su director, Noam y Alicia gestando una nueva vida, lo están haciendo, pase lo que pase, escuchen lo que escuchen y vean lo que vean.
