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noviembre 13, 2024unidiversidad
Inmensa gratitud es la consecuencia de unos días de viaje en compañía de la delicia y su magia por la ciudad de Barcelona, mágica ciudad con su actual diversidad, más una escapada a la montaña de Montserrat con su misterio que se hace milenario en estos días.
El misterio de la diversidad entre los seres humanos que habitamos en la Tierra es una de las cosas que nos une. Así como nos unen los latidos del corazón, nos une la amplia diversidad que se ha desarrollado a través de la historia contemporánea.
Y es curioso que esto mismo crea confrontación, entre la preciosa diversidad y la uniformidad que se pretende en estos tiempos desde las estructuras colectivas y administraciones también muy diversas de las que formas parte, estés donde estés en el mundo. En estos días de viaje nos hemos encontrado con multitud de formas de la diversidad que tiene siempre la tendencia a unirse.
Aunque en estas líneas te comparto un poco de la experiencia vivida ayer 11 del 11 en el Liceo de Barcelona. El nombre del evento al que asistimos es: SuperArte. En este evento personas con sus capacidades y con diversidad en sus formas nos ofrecieron un asombroso impulso a través de la música, la danza y la comunicación.
Nos hicieron sentir que ES posible asumir la responsabilidad de usar tu capacidad con la intención de poder compartir tu sabiduría de la mano de la fuerza creadora. Responsabilidad, palabra que invita a responder con tu habilidad, lo que tú sabes.
Unidos un grupo de creadores de la mano de la fuerza creadora, hicieron vibrar a unas dos mil personas en el Liceo ayer por la tarde noche durante una hora, incluido el president de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa (que nombre tan gracioso).
Las dos mil personas recibimos una misma invitación, la de impulsar las prioridades que residen en el corazón, las que sean que sientas para decidir tomar acción desde la libertad que genera un bienestar que sirve al bien común. Invitación que ahora también te traslado a ti.
La unión entorno a algo común que vaya más allá del interés del individuo es una fuerza tremenda, la unión como la de una piña. Una experiencia de fuerza la de #SuperArte, que transformó las caras de preocupación de las personas de la ciudad en estos tiempos tan distópicos, en caras de entusiasmo, esperanza y confianza para seguir en este tránsito de los modelos de egoísmo material.
Tránsito que facilita la liberación de la gratificación individual y sus consecuencias. Es momento de prestar atención, escuchar para interpretar de forma afinada. Aprender un discernimiento agradecido, el que nutre la soberanía creativa que te invita a seguir con la purificación y ligereza de tu corazón.
Apertura, vulnerabilidad y sensibilidad, la esencia de ser humano. La que restaura una preciosa y preciada inocencia, como la que trae un bebé cuando llega a este precioso planeta. Se dice que los bebés que llegan en estos tiempos son una bella parte del tránsito en el que nos encontramos.
Traen una inocencia particular que hemos de cuidar entre todos para el cuidado de este cambio de ciclo. Cambio de una etapa violenta que vamos dejando atrás, soltando la violencia que hayas podido heredar y encarnar desde un perdón agradecido y sincero que te lleva a la enhorabuena para celebrar como mejor te siente, ES posible.
El misterio de la diversidad entre los seres humanos que habitamos en la Tierra es una de las cosas que nos une. Así como nos unen los latidos del corazón, nos une la amplia diversidad que se ha desarrollado a través de la historia contemporánea.
Y es curioso que esto mismo crea confrontación, entre la preciosa diversidad y la uniformidad que se pretende en estos tiempos desde las estructuras colectivas y administraciones también muy diversas de las que formas parte, estés donde estés en el mundo. En estos días de viaje nos hemos encontrado con multitud de formas de la diversidad que tiene siempre la tendencia a unirse.
Aunque en estas líneas te comparto un poco de la experiencia vivida ayer 11 del 11 en el Liceo de Barcelona. El nombre del evento al que asistimos es: SuperArte. En este evento personas con sus capacidades y con diversidad en sus formas nos ofrecieron un asombroso impulso a través de la música, la danza y la comunicación.
Nos hicieron sentir que ES posible asumir la responsabilidad de usar tu capacidad con la intención de poder compartir tu sabiduría de la mano de la fuerza creadora. Responsabilidad, palabra que invita a responder con tu habilidad, lo que tú sabes.
Unidos un grupo de creadores de la mano de la fuerza creadora, hicieron vibrar a unas dos mil personas en el Liceo ayer por la tarde noche durante una hora, incluido el president de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa (que nombre tan gracioso).
Las dos mil personas recibimos una misma invitación, la de impulsar las prioridades que residen en el corazón, las que sean que sientas para decidir tomar acción desde la libertad que genera un bienestar que sirve al bien común. Invitación que ahora también te traslado a ti.
La unión entorno a algo común que vaya más allá del interés del individuo es una fuerza tremenda, la unión como la de una piña. Una experiencia de fuerza la de #SuperArte, que transformó las caras de preocupación de las personas de la ciudad en estos tiempos tan distópicos, en caras de entusiasmo, esperanza y confianza para seguir en este tránsito de los modelos de egoísmo material.
Tránsito que facilita la liberación de la gratificación individual y sus consecuencias. Es momento de prestar atención, escuchar para interpretar de forma afinada. Aprender un discernimiento agradecido, el que nutre la soberanía creativa que te invita a seguir con la purificación y ligereza de tu corazón.
Apertura, vulnerabilidad y sensibilidad, la esencia de ser humano. La que restaura una preciosa y preciada inocencia, como la que trae un bebé cuando llega a este precioso planeta. Se dice que los bebés que llegan en estos tiempos son una bella parte del tránsito en el que nos encontramos.
Traen una inocencia particular que hemos de cuidar entre todos para el cuidado de este cambio de ciclo. Cambio de una etapa violenta que vamos dejando atrás, soltando la violencia que hayas podido heredar y encarnar desde un perdón agradecido y sincero que te lleva a la enhorabuena para celebrar como mejor te siente, ES posible.
