Somos un viaje
mayo 12, 2022La separación es una invitación
La dualidad es una invitación, la de discernir la distancia que hay entre el precio y el aprecio. Aprecio, experiencia de no precio, aunque sí mucho valor. La abundancia es un estado que facilita discernir.
En una sociedad intensamente competitiva, entre todos, a menudo sentimos que tenemos todo lo contrario. Esa sociedad genera una mentalidad de escasez, es difícil sentir que tenemos suficiente cuando estamos constantemente tratando de competir con otros para acumular más.
La gratitud magnifica nuestra experiencia de abundancia. La que se nos da cuando nos maravillamos con el sabor de la fruta madura de verano. Cuando ponemos una mesa y una silla para cada persona que amamos. Cuando nos bañamos en el resplandor de una puesta de sol, sabiendo que regresará al día siguiente.
La generosidad multiplica la abundancia, cuando priorizamos el florecimiento mutuo sobre la acumulación particular; Robin Wall Kimmerer postula que “la práctica para lidiar con la abundancia es regalarla como hace la naturaleza”.
Una vez que dejas de acumular lo que temes perder, descubres que cuanto más compartas, más rico, en comunidad, en bienestar, te vuelves. ¿Qué haría falta para que sientas que eres suficiente? ¿Qué se necesita para que aflojemos los puños y compartamos nuestra abundancia a través del talento natural? ¿Qué formas de abundancia recibes en tu vida? ¿De qué manera creas abundancia para los demás?
¿Puedes darte permiso para contestar por escrito estas preguntas?
Enhorabuena, recuerda celebrar que con ello, te estás armonizando con la fuerza creadora en lugar de ser una persona trabajadora.