El efecto del afecto sincero es poderoso, aunque tengo la tendencia a pensar que siempre lo es. Vivimos el afecto tal y como lo hemos conocido hasta este momento de nuestra vidas. Ofrecer afecto y recibir afecto es todo un arte, sobre todo en nuestros tiempos en los que se ha devaluado, como la moneda en algunos países, también el afecto es una experiencia que se ha devaluado en los modelos sociales donde impera la apariencia...